Inspirado en Canción de amor de la joven loca, de Sylvia Plath
Cierras los ojos y el mundo muere
El cielo arde, las aves lo sienten
Dices que me inventaste en tu mente
El fuego purpura nos consume
Rayo a rayo, gota a gota, el agua hierve
Y no hay nada más que este deseo de muerte
Yacer en tus brazos o morir en el intento
Sea como sea, ¿importa realmente?
Cerrarás los ojos y el mundo muere
Y aquí, en el último día, me miras a los ojos.
Destellos de las explosiones en el exterior reflejados en tus pupilas
Cristales blancos, cegados, que sólo buscan verte
Pero el tiempo se agota y el mundo se acaba
El final de la historia; el lazo o las cadenas
Serás tú quien deba darme muerte
Nos hemos mentido; no somos como el día y la noche
Y en el último día y la última noche
El tiempo nos ha dejado sin suerte
Dijiste miles de palabras que se desbordaron al vacío
Lloramos todo lo que no pudimos explicar
Al parecer era cierto que yo no era tan fuerte
Es tarde, se acaba el tiempo, se acaba el aire
Escucho el rugir del infierno, me devora por dentro
Y tu sólo permaneces…
Así que te ruego, y te imploro, que acabes con esto
Si el fuego ha de consumirme, deja que lo haga
Ahora sólo cierra los ojos y bórrame de tu mente.
Bajo las estrellas de fuego, entre los mares hirvientes, yo te recordaré para siempre.